jueves, 24 de mayo de 2012

el temor de perder lo que más amas te transforma en un extraño

No sé porqué tengo la esperanza de que vas a leerlo. ¿Será por que SIEMPRE estoy ilusionada con vos? Siempre lo estuve, lo sigue estando. No entiendo porqué sigo esperando el día en que vengas y me digas “CARO, YO TE QUIERO TAMBIÉN. QUIERO ESTAR CON VOS NADA MÁS”. Juro que hasta hace una semana soñaba con ese día, ahora lo veo tan lejano… Y es que es así, lejano. Siempre lo fue. Que yo no quisiera verlo es otro tema. Sé que debería finalizar con el tema de una vez por todas, pero, es que cuesta tanto. En serio quiero hacer las cosas bien, quiero dejar de hablar de vos, quiero dejar de odiarte y quererte a la vez pero el problema son tus respuestas… El poco interés que me mostrás (que, en realidad, estoy notando recién ahora. Porque siempre pusiste el mismo interés en todo lo que me incluya, CERO INTERÉS). Te juro que yo quiero que estemos bien, quiero que quedemos bien, pero es que… Ya no sé. Ya no sé nada. No sé si te quiero, si te amo, si es de caprichosa nada más. Sólo sé que esto va a terminar como siempre “terminó”. Conmigo llorando, vos con otra, y después se repite lo “nuestro”. Harta estoy de que no pueda despegarme de vos, de que aunque sea un saludo o un mensaje me mate de ternura aunque me estés diciendo que no me querés ver más. Nunca lloré tanto por alguien como lloré por vos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario